miércoles, 20 de enero de 2021

La batalla contra los muebles

Vs lavatrastes automático
En una de esas etapas healthy de la vida, les insisti a mis compañeros de trabajo que comieramos algo más casero, aprovechando que el hotel donde nos hospedabamos, los cuartos parecían pequeños apartamentos y tenían cocina incluida, además que nos serviría para convivir un poco más. La idea les pareció buena e incluso hicieron las compras, uno de ellos cocino, y yo... Yo les puse la música.
El resultado fue excelente, muy sano y ameno hasta que... No contuve la curiosidad de usar el lavatrastes automático. Con mi nula experiencia metí todos los trastes y verti una considerable cantidad de jabón en el compartimiento correspondiente, todo pese a las advertencias de mis compañeros de que algo iba a salir mal. Y bueno, es que la cena tenía que ser amenizada con una fiesta de espuma sorpresa, aunque tal vez era demasiado y tuve que empezar a trapear el desastre mientras escuchaba el ya clásico "te lo dije". La fiesta de espuma tuvo que ser pausada por una llamada a recepción que uno de mis compañeros se vio forzado a realizar por mi
- Buenas noches. Disculpe, ¿Tendrá una cubeta y OTRO trapeador?... Si ¿Sabe? Es que todo menso (pendejo) me aventure a usar el lavatrastes automático sin saber cómo usarlo y ya hice un desastre (cagadero).
No pude abrir la puerta cuando llegó la gente de recepción a limpiar todo.

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