Infelices existencialistas

"Don't kid yourself and don't fool yourself this love's could be too good to last and I'm too old to dream"

No nos atrevemos a cambiar porque el cambio cuesta, duele, genera incertidumbre y conflictos, da mucho miedo. Entonces te resignas, haces concha, te dejas llevar por la aceptación de la actual vida que alguna vez elegiste, pero que ahora te consume en el hastío, hasta que te provoque hartazgo de ver las mismas caras, oler los mismos olores, transitar por las mismas calles una y otra vez, luego pasan los años, nos ponemos viejos y nos añoramos, y pensamos: ¿Por qué nunca me la jugué?

La sociedad del engaño

Vivimos ilusionados de que nuestras experiencias son reales, pero constantemente nos damos cuenta que no es así.

Todos vivimos permanentemente engañados o bien engañando, contando una solo parte, ocultando otra, modificando otras y nunca las mismas partes a las diferentes personas que nos rodean. Y, sin embargo, a eso no acabamos de acostumbrarnos. Y cuando descubrimos que algo no era como lo vivimos, un amor o una amistad, una situación laboral, social o una expectativa común, se nos aparece en la vida ese dilema de que tanto puede ser real y que, en gran medida, es ficción: ya no sabemos cómo fue verdaderamente lo que parecía real, ya no sabemos cómo vivimos lo que vivimos, si fue lo que creíamos mientras estábamos engañados o si debemos de tomar eso como algo imaginario y tratar de reconstruir la vida con la información que tenemos ahora.

Que miedo que las cosas salgan bien...

... no vaya ser que seamos felices por siempre.

No sé que me gusta más de ti, si idealizarte de forma irrealista y fantasear con estar contigo feliz por siempre, o la certeza y tranquilidad de que todo algún día todo se irá a la mierda.

Así de bonita mi relación con el mundo laboral 🥰

Bien merecido por aferrarme a algo sin sentido.

Rencor, vísceras y vehemencia

"Cuéntame una historia de rencor, una que no hable de tu y yo"

Después de acumular una bola de enfado, rencores y sed de venganza. De odiar a gente ermitaña, acosadores, apáticos. De sentirme herida y víctima de familiares impuntuales, y todo porque está gente no es como yo quería o como esperaba, de que no actuaran como yo creo es lo debido, despues de eso y antes de que todo explotará y manchara todo de rencor, llego la decisión zen de tomar una mejor actitud, total esa gente no iba a cambiar solo porque a mí no me parece. Lo único en control es como actuar ante eso y dejar de ahogarme en en mis propios jugos gástricos que provocaban tal frustración.

Todo se oye tan bonito y fácil, hasta que llega este personaje a ponerte a prueba, uno con el que tengo algo en común: mismo mes de cumpleaños y en fechas muy cercanas. 

Su cumpleaños caía en fin de semana, y ya en platicas previas me había dicho que iría a un pueblito cerca de su hogar para festejarse, pasado este fin le pregunto cómo le había ido en tal pueblo, a lo que responde que siempre no fue, ya que su mujer le había regalado un viaje a la playa... No lo hubiera mencionado, y menos si estaba yo comiendo, porque hasta me atragante de puro coraje.

Volvió a atacar un sentimiento "malo", deseando que ojalá muriera de calor en la playa, todo porque aquello que deseaba, él lo tenía y yo no.

Con medio bocado en mi garganta, intentando liberar el tracto gástrico, inmediatamente me puse a leer artículos, definiciones y escuchar podcast sobre como gestionar tan horrible sentimiento.

No es que haya dejado de sentirlo, pero tuve la prudencia de no actuar de mala manera, no me enfadé, ni hice un comentario hiriente cargado de una muy evidente ENVIDIA, porque que cosa hay peor que reconocerte y que te reconozcan como un envidioso.

El siguiente paso fue preguntarme: ¿eso que deseo y tiene él, lo puedo conseguir? No exactamente de la misma forma, pero de que puedo irme a la playa, puedo irme así que tendré que ir alistando mis maletas. Después de todo la envidia no puede ser tan mala si te motiva a hacer algo por ti en lugar de atacar al envidiado, si suma algo para ti en lugar de quitar.

Y así le voy dejando un espacio en mi vida a la envidia, la reconozco y no la juzgo, mejor la cuestiono y veo mis carencias para trabajar en ellas, se siente gacho obviamente cuando esta presente, pero evito que se convierta en algo que muchos llaman "envidia de la mala"

Sobre los viajes que tanto extraño...

"Y no me digas pobre por ir viajando así ¿No ves que estoy contento? ¿No ves que soy feliz?"

A veces puedes sentirte muy sola. Mucha gente no lo soporta, se cansan. Se cansan de viajar, de la comida, los horarios, las escalas. La ropa nunca es suficiente. Las almohadas siempre son muy duras o muy blandas. Pero por otro lado, conoces al mundo, no le rindes cuentas a nadie. Y no tienes que ir a la tumba sin haber hecho algo interesante.

Desear en grande

El gran pintor había hecho su obra maestra, pero aquel cuadro no lo había pintado para venderlo, lo había hecho para él. Su plan era colgarlo en su casa, cuando tuviera una. Cuando tuviera una familia, cuando tuviera esa vida. En ese momento el cuadro estaría ahí. 

La posibilidad de esa vida se esfumó. Nunca sucedió porque todo lo que tenía lo puso en aquel cuadro. Y ahora ya no queda nada. Eso pasa cuando deseas hacer algo grande. Tienes que ir hasta el final. No puedes tenerlo todo. Pierdes algunas cosas, pierdes algunas personas, pierdes la familia, la sensación del hogar, sin embargo la gran obra ahí está.

El peligro de estar cuerda

"Escápate conmigo esta noche bebé..."

¿Quién no ha deseado alguna vez escapar del encierro de la propia vida? Y no porque esa vida no nos guste, sino porque una sola existencia, por muy grande y muy buena que sea, siempre será una especie de cárcel, una mutilación de otras posibles realidades, de otros individuos que pudimos ser. ¿Quién no ha deseado alguna vez ser otro? Contenerse en una sola identidad resulta empobrecedor. ¿Quién no, cuando dentro de nosotros hay una sociedad de múltiples habitantes incongruentes e independientes entre si. Cuando el yo es un movimiento en el gentío?

Tan afortunada

Tengo un problema, se llama endometriosis. Y soy una persona muy afortunada porque mi problema tiene nombre y además de que se trata de una enfermedad BENIGNA por lo que no me voy a morir de eso, quizá solo tenga un poco de infertilidad (afortunadamente me es indiferente). Es tan Benigna que sólo tengo que soportar dolores intensos todos los meses y aún así no faltar ni un solo día al trabajo, luego pensaran que soy una débil o una exagerada por un simple dolor menstrual, incluso premenstrual (siento que de pronto me estanco en el SPM).

Los médicos me recomendaron que me embarazara, porque se supone que la endometriosis mejora tras la gestación, incluso algunos se atrevieron a decirme, sin si quiera mirarme a los ojos, que era el castigo por no ser madre.

Pero en resúmen: tengo una enfermedad (Benigna, fortuna la mía!) que me impide quedarme embarazada de manera natural y para aliviar sus síntomas lo mejor que puedo hacer es quedarme embarazada mientras tomo pastillas cuyo efecto principal es evitar los embarazos... Quizá mi problema no es tener endometriosis, quizá sea ser mujer.