jueves, 20 de enero de 2022

Siento que no es cierto que tú ya no existes

Don Carmelo por fin decidió descansar. Se aferraba a la vida, pero escucho un susurro diciendo que el mundo ya no tenía nada interesante que ofrecerle y menos con la situación pandemica -ni está tan chida la vida en estos momentos, mejor descanse, ándele, ya no esté chingando, siga el curso de las aguas del infinito éter así como antes de nacer, ya estuvo!- así le dijo. Porque ese era don Carmelo, el señor chinguetas.

Don Carmelo era el que nunca pedía las cosas, el daba las órdenes, así como si fuera el rey del mundo. De otra época, pues.

Y como rey del mundo, se daba el lujo de cambiarnos el nombre a todos sus hijos y nietos. Siempre me preguntaré que significaban todos esos apodos. Recordaré que siempre me llamaba (gritaba) "Dolindo".

Hasta siempre, Abuelo...

Seguidores

Powered By Blogger