martes, 27 de septiembre de 2022

Hoy quiero vivir sin darme cuenta

"¡Que raro! No entiendo porque ya no estás aqui, ya no eres físico. Nunca pensé que no estarías aquí"

Dame una señal, tan solo una razón para arreglarme el alma, para poder sanar porque siento que no es cierto que tú ya no existes. 

miércoles, 21 de septiembre de 2022

Hemos caído en la estafa

Finjo huir de la afectividad para no caer en el estereotipo femenino. Me retuerzo para encajar en el modelo de desapego. Nada me afecta, no me involucro; soy una sartén de teflón a la que nada –ni nadie– se le pega. 

miércoles, 14 de septiembre de 2022

¡No hay cambios!

"Hello darkness, my old friend. I've come to talk to you again..."

En mi nueva vida de viajero convencional, después de estar horas dando vueltas en la terminal, pq solo hasta dos horas antes puedes ingresar a las puertas, llega la hora de abordar. Cómo en toda aerolínea tus boletos los compras de acuerdo al nivel, y es usual que en el más básico, sean ellos quien te escojan el asiento. Cómo yo quiero un asiento en el pasillo, entonces prefiero elegir ese nivel y pagar por ello. Sin embargo hay ciertos seres, que creen que por tener chamaquitos tienen ciertos privilegios, por ejemplo, su tiempo es más importante, su estado físico y emocional es más importante, y por supuesto: ¿¡Alguien quiere pensar en los niños?!
Cuando estaba cómodamente posicionada en un lugar de tres asientos para mí sola, cuando ya todo mundo había encontrado su lugar, llegan estos individuos con sus crías a pedirme que me cambie de asiento (uno de en medio) para ellos estar juntos en la fila "no, no hay cambios, su pobre planeación no representa una emergencia para mí, ya se verán todos juntos en Quesolandia. Vaya a su lugar"... Mi respuesta fue NO.
Esa respuesta desató las miradas de los conservadores neoliberales que a su juicio está mal separar los niños de sus padres. Para mí, está mal que si no has pagado el elegir tus asientos, quieras mover al que si los pago. 
Las sobrecargo no sabían que hacer, a quien mover, pero siempre llegan los buenos samaritanos los que te dicen en tu cara "yo me cambio, solo será una hora, no hay problema", y cambiaron toda una fila, dos personas se sentaron enseguida de mi, y dejaron a la familia justo en los asientos de atrás, obviamente, con el chamaco justo golpeando mi respaldo.
En fin, la vida no es justa y luego te mueres.
Nada contra los niños, todo contra los padres.

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